martes, 24 de agosto de 2010

La imaginación sociológica de Charles Wright Mills

Charles Wright Mills a todo terreno

Comenzamos este segundo cuatrimestre con una serie de ideas de carácter introductorio.

En la primera clase dialogamos sobre el estatus epistemológico de la sociológica, su relación con otras disciplinas, nos preguntamos sobre su objeto y la comparamos con el derecho, la ciencia política, la filosófica pero también nos permitimos referirnos a su relación con la Biología y la Física o la Química y la Matemática. Finalmente llegamos a trabajar la distinción entre conocimiento científico y sentido común.

En este transito circularon los nombres de Comte, Spencer, Simmel, Marx, Durkheim y Weber.

Uno de los textos con los que se trabajó en la primera clase fue el capítulo inicial de “Imaginación sociológica” (1959), cuyo título es “La promesa”. Este capítulo, fue inicialmente presentado (junto a otras partes del libro) en la American Political Science Association en septiembre de 1958 en St. Louis.

En él CWM comienza diciendo que los hombres son protagonistas cuando interactúan bajo las orbitas privadas (familia, trabajo, vecindad) pero en otras orbitas son espectadores. Los hombres, explica WM se dan cuenta de que sus ambiciones y sueños no pueden conseguirse al interior de las orbitas privadas en las cuales son protagonistas.

Dice CWM que los hombres y mujeres “…no perciben la cualidad mental esencial para percibir la interrelación del hombre y la sociedad, de la biografía y de la historia, del yo y del mundo. No pueden hacer frente a sus problemas personales en forma que les permitan controlar las transformaciones estructurales que suelen estar detrás de ellas”.

En esta edad del dato, en donde los niveles de información condicionan cualquier posibilidad de asimilación y entendimiento, los hombres necesitan de los que CWM llama “…una cualidad mental que les ayude a usar la información y a desarrollar la razón para conseguir recapitulaciones lucidas de lo que ocurre en el mundo y de lo que quizás esté ocurriendo dentro de ellos” (1964, 25). Esta cualidad es la “Imaginación Sociológica”.

La tarea y promesa de la IS es permitirnos “…captar la Historia, la biografía, y la relación entre ambas dentro de la sociedad” (1964, 2-26).

La IS nos permite transitar de los impersonal/estructural a los íntimo/particular. Por ejemplo, del análisis de una familia obrera a un estudio comparado de abogados y jueces en todas las provincias argentinas, “…del estudio de la industria del petróleo al de la poesía contemporánea” (1964: 27). La IS es, entonces una capacidad distintiva que nos permite asimilar desde las “transformaciones mas impersonales” a las “características más íntimas del yo humano y de ver las relaciones entre ambas cosas” (1964: 27).

Para comprender lo que sucede en nuestra esfera personal, tenemos que salir de ella e ir más allá para visualizar los cambios estructurales. La propuesta de WM trata de incentivar a los hombres y mujeres para que sean protagonistas de la sociedad en la cual viven y que la esencia de ese rol protagónico consiste en discernir lo que sucede y comprender, por ejemplo, que la competencia por un mayor nivel de industrialización y armamentismo y la fragilidad de algunas económicas como consecuencia de esa carrera, puede llegar a conducirnos hacia una tercer guerra mundial, por ejemplo.

Por ello, posee IS dice CWM, quien al “darse cuenta de la idea de estructura social y usarla con sensatez es capaz de descubrir esos vínculos entre una gran diversidad de medios” (1964: 30), es percibir que la interrelación e interpenetración entre las instituciones sociales se extienden y complejizan continuamente.

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